Fue mi primera cumbre hace cuatro años y vuelvo en invierno con mis primos Manolino y Toño Torío. Fuimos en el autobús de Fernández a Riaño y subimos sin complicaciones, con buena nieve en la ladera.
Mucha nieve en la cima y vista impresionante.
Colocamos un buzón del Alpino en la cumbre y bajamos a dormir en las praderías de los alrededores de Riaño, donde montamos la tienda. Noche gélida, con el termómetro a -15ºC. Al día siguiente, de nuevo el bus de Fernández para casa.
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