20 de mayo de 1971. Escalada en Fontún

Tren de las 6:10 a Villamanín. Vamos Lobo, Merche, Mariló, Raul, Trenero, Nando Marné, Luismi "Marciano", Isidoro y yo. Lobo y Trenero se van a burilar a la Nando 71 y los demás escalamos en la zona de los Asturianos y pared del Paso Horizontal. Nando y yo hacemos dos largos más por el espolón de la Pirámide y rappelamos a la terraza.

9 de mayo de 1971. San Isidro


Nos fuimos con el Alpino a San Isidro. Subimos al Toneo (2094m) por el tubo Toño Lobo, Merche, Mariló, Perico Ordás, Luismi "Marciano", Raul Martínez, Aníbal Varas y yo. En la cima cresteamos y subimos al Agujas (2155m) y al Roldán (2145m).

20 de marzo de 1971. Tres Marías

De nuevo al valle de Villamanín en compañía de Nacho Rodríguez. Fuimos en el tren de las 6:10 de la mañana. Comenzamos a andar por la carretera a Casares en dirección a las tres Marías, cuya cima menor y más difícil, el Palero, queríamos subir. En el cruce de Viadangos de Arbás seguimos de frente pensando que era más rápido, pero enseguida nos dimos cuenta de nuestro error. Nieve por la cintura en algunos tramos. Llegamos a la base del Palero pero se nos hacía tarde. Nos quedaban 12 km de carretera de vuelta. De milagro llegamos a coger el tren de las 6 de la tarde para León. Todo un día andando para nada.

EL INICIO DE LA ESCALADA EN LEÓN

Hasta mediados de los años 60, casi las únicas escaladas que se realizan en León son acompañando a guías. Una excepción reseñable la constituye Domingo García Martín, quien en compañía de Agustín González realiza, en el verano de 1958, la escalada de la aguja del Pico Fraile, en Beberino de Gordón. La escalada, aunque corta, encierra ya una cierta dificultad y hacen uso de clavijas para el escenso y para el descenso en rappel. Es a mediados de los sesenta cuando en el seno del grupo Lionel Terray de la OJE de León, y tomando como base el albergue de Villamanín y en menor medida el de Vegacervera comienzan a acudir a estas zonas para escalar. En la OJE disponen de cuerdas y material de escalada y con una formación bastante autodidacta van saliendo a la montaña. Como no recordar en este grupo a Luismi "el Marciano", Perico Ordás, Alfredo "Ebodio"/"el Empalmao", Juan Carlos "Príncipe", Virginio "el Gotas", "Cordobín", Centellas... junto a los ya citados anteriormente como fundadores del Club Alpino Leonés. En 1967, Rafael Pardo y Francisco Javier Blanco "la Bruja", abren la que sería la primera vía de escalada artificial conocida en León, la desde entónces llamada "Pared de Pardo y Blanco", en el valle de Millaró, muy cerca de Villamanín. En estos finales de los 60 y comienzos de los 70 se realizan numerosas escaladas en la zona de Villamanín y en el Palero (tres Marías). En 1969, Perico Ordás y Fernando Gutiérrez "Navarrico" hacen el primer largo de lo que más tarde sería la vía El Niño, en la Pirámide del Fontún, en el valle de Villamanín, descendiendo en rappel. En diciembre de ese año, Isidoro Rodríguez y "Navarrico" descienden los 120 metros de esta pared, estudiando de cerca el itinerario posible de la vía. Durante varios meses se colocan, escalando desde abajo, los buriles del segundo largo, y en febrero de 1971 Raul Martínez e Isidoro Rodríguez llegan a la terraza central (3ª reunión). Unos días más tarde, Isidoro Rodríguez y José Manuel Miyares descienden desde la cima a la terraza central y ascienden desde ella hasta la cumbre.



La vía está terminada, pero no es hasta una semana más tarde, el 9 de mayo, cuando la vía es encadenada por Isidoro Rodríguez, quien en solitario, consigue, por fin, vencer esta gran pared que tras tantos meses de gestación queda bautizada como "Vía El Niño".



En junio de 1970 se abre la primera vía de escalada en las Hoces de Vegacervera. Se trata de la vía El Clavo (A2-V) por Javier Blanco "La Bruja" y Vicente Llanos "Trenero", utilizando buriles. Hoy en día es una vía clásica en libre, y se ha cotado en 6b.


En agosto de ese mismo año se abre la segunda vía en las Hoces, a cargo de Ramón Oblanca "Ramonín" y Juan Carlos "Príncipe", que queda bautizada como la "Ramonín" (IV-). El 2 de julio, Ramonín con Isidoro Rodríguez y Jesús Suárez "Mesias" consiguen la cara sur del Naranjo de Bulnes por la directa de los Martínez. En septiembre Isidoro y Mesias consiguen de nuevo esa cumbre por el Paso Horizontal. También en 1970 un grupo de asturianos abre en la Pirámide del Fontún la vía conocida desde entónces como "Los Asturianos"(IV). El 22 de junio de nuevo el Naranjo, por la sur directa, Isidoro, Ramonín, Marisa Sánchez y Merche Montoya. En julio otra vez el Naranjo por el Paso Horizontal,
Isidoro, Perico Ordás, Francisco Luis Parga, Jesús "Mesias" y Nando "Dañao".




El 11 y 12 de septiembre, Isidoro Rodríguez y Nino Conty abren en la Pirámide del Fontún la vía Isidoro-Conty (V+), la vía más difícil abierta hasta entónces en León.
También en septiembre de ese año, Juan Carlos Robla "Atila" junto a Isidoro Rodríguez terminan la "accidentada" vía en las Hoces de Vegacervera, hoy clásica, llamada desde entónces "Vía de Atila".
A finales de ese verano de 1971, Isidoro, Nando Marné y el gallego Antonio Dourado hacen un intento a la mítica Rabadá-Navarro de la oeste del Naranjo. El mal tiempo tras el vivac de los Tiros de la Torca les hace desistir y abandonar.


El 17 de octubre, Nando Marné y Miguel Ángel Ledesma "Gelo" terminan la vía Nando 71 en la Pirámide del Fontún, con tres primeros largos a buril en artificial.


Del 30 de marzo al 2 de abril de 1972 se celebra el 1º Curso de Iniciación a la Montaña de Club Alpino Leonés, como un intento de abrir el mundo de la escalada a gente nueva. Allí comenzaron sus actividades, entre otros, Adelino Campos Niño "Adelo" y V.Javier Martínez Blanco "Javi Jamones". Nando Marné, Nani, Gelo, Poeta, Víctor Manuel Torío "Manolino"... abren una buena cantidad de vías en la Pirámide del Fontún y en Santa Lucía de Gordón. El 20 de agosto de 1972, Nando Marné y Luisma Alonso abren "La Integral", una larga travesía horizontal en la Pirámide del Fontún, cruzando todas sus vías, y donde se cota el primer VI de la provincia.
Como curiosidad podríamos señalar la lucha que sostienen las escaladoras del Alpino por la primera femenina a la vía El Niño. El 24 de octubre de 1971 Isidoro Rodríguez, Fito Pérez "Cojoncio" y Ramonín Oblanca junto a Marisa Sánchez y Merche Montoya inician la vía. Marisa debe retirarse en la primera reunión y los demás continúan y consiguen la vía y la primera femenina a cargo de Merche.


El 19 de marzo de 1972 hay un intento por parte de Fito "Cojoncio", Miguel de Godos, Hernán Llanos, Merche Montoya, Marisa Sánchez y Ramonín Oblanca que no fructifica. Otro intento frustado es el 25 de mayo de ese año a cargo de Isidoro, Miguel de Godos, Fito Pérez, Cristino Torío, Mariló del Río y Ángeles García. El 30 de mayo, por fin Marisa Sánchez consigue la vía en compañía de Ramonín Oblanca, realizando la segunda femenina y el 6 de agosto, Mariló del Río en compañía de Fito Pérez "Cojoncio" y Cristino Torío hace la tercera femenina de tan prestigiosa vía.

El CLUB ALPINO LEONÉS


Miguel de Godos e Isidoro Rodríguez ante la cara sur de Peña Santa.


Hasta finales de los años 60 sólo había en León cuatro clubs de montaña, el Grupo PEÑALBA, la sección de montaña del círculo Medina o Grupo Universitario del SEU, la Escuela de Montaña de la OJE en León y la Peña de Montañeros CATOUTE en Ponferrada. Hacia 1969 inician sus actividades el Grupo Espeleológico de Matallana (GEM) y el Club Montañero Leonés LLAMBRIÓN.
Alberto Valderrama, fundador del Grupo Llambrión y presidente de la Federación Leonesa de Montañismo a la muerte de Diego Mella.


Del grupo de la OJE se salen a principios de los años 70 un buen grupo de montañeros que van a conformar dos clubs, el Club de Montaña CORRECILLAS y el CLUB ALPINO LEONÉS. Este último nace en 1970 en una reunión en los locales de la OJE de la calle Ordoño II y queda conformado por una veintena de montañeros,



una gran parte procedentes de la OJE (Isidoro, Cojoncio, Dañao, Mesias, Marisela, Ramonín, Marisa, Miguel de Godos, Raul Martínez, Marciano...) a los que se añaden otros (Mariló, Lobo, Merche, Anibal, Isa, Luisma, Miyares, Cristino...) que eligen como presidente a José Antonio Pérez Lobo.
Luisma Alonso y Toño Lobo


Este grupo va a reunir a la mayor parte de escaladores de la provincia, iniciando una etapa de apertura de vías y escaladas en todos los macizos españoles y fuera de España.
Grupo de montañeros del Alpino en su lugar favorito de escaladas, la Pirámide del Fontún, en el valle de Villamanín



En 1971 se incorporan al Club Alpino Leonés tres montañeros del Club Correcillas, Hernán Llanos "Nani", Miguel Ángel Ledesma "Gelo" y Fernando Ledesma "Poeta". Los tres, con su peculiar sentido de la vida y su gran humor y camaradería dan un impulso importante al montañismo leonés.
Nani y Marisa en la base de la Pirámide del Fontún


Nani se convertirá en los tres siguiente años en un referente en la escalada en León.
Pronto el Club Alpino Leonés se convierte en uno de los más importantes de León, tanto por sus actividades como por el número de socios. Al grupo inicial se incorporan personajes inolvidables como José Manuel del Valle, Chema, Juan Carlos, Javi León, Miguel Llamas, Miguel Ángel Amez, Valbuena...
Miguel Llamas bajo el Porru Bolu




Cristino y Javi León en el Collado del Burro

2 de agosto de 1970. Mi primer rappel y mi primera escalada

Dos de los mejores escaladores de aquel grupo de leoneses que iniciamos el Club Alpino Leonés me cogieron este domingo de la mano y me dijeron que ya era hora de aprender a hacer un rappel, porque antes de escalar era necesario conocer como bajar de una pared. Ramón Oblanca Barreales "Ramonín" y Filadelfo Pérez Herrero "Cojoncio" fueron los bautizadores.
Yo pensé que lo haríamos en un lugar facilito y asegurado por si me caía, pero cual fue mi sorpresa cuando nos dirigimos al final de las Hoces de Vegacervera y empezamos a subir en dirección a una profunda chimenea que se ve a media pared. Hicimos tres largos de cuerda, atados al pecho y, según subía mi inquietud aumentaba sobre como bajaría yo de allí. Al llegar al final del tercer largo, cuando la chimenea ya se tumbaba, decidieron que ya era hora de bajar Bajó uno de ellos para decirme como se hacía. Al terminar, el otro me colocó la cuerda alrededor del cuerpo, en lo que más tarde supe que era la llamada técnica Dülfer. El primer largo que rappelamos no era muy vertical y no lo llevé muy mal, pero el segundo era una chimenes muy vertical y profunda (por la que habíamos subido) y no se cabía para bajar por su interior, por lo que no quedaba otro remedio que bajar con el cuerpo totalmente coldado por fuera de la chimenea, las piernas muy abiertas y un pié en cada uno de los lados de la chimenea. El suelo se veía muy, muy abajo y yo tenía la adrenalina a tope. El tercer rappel ya pareció bajar andando. Otro centenar de metros hasta el suelo, destrepando. Así, sin querer, fue mi primera escalada y mi primer rappel.

8 de marzo de 1971. Mi primera cima en cordada. Pico Fontún (1948m)

Salimos de León en el tren de las 6:10 Nacho Rodríguez y yo. Llegamos a Villamanín a las 7:15 y caminamos en dirección a Fontún, donde tomamos el camino al Pico Fontún bordeando la Pirámide por el S-SO. Era la primera vez que intentaba una cima sin ir en un grupo guiado, una cima importante y, además, en invierno. Mucha nieve en el suelo y pegada a la roca que dificultaba el avance. Llegamos a la cima de 1948m a las 11:30, con una gran ventisca. No se veía el buzón, cubierto bajo la nieve. Para nosotros fue como lograr una gran cara norte.

7 de febrero de 1971. Fontún

Salimos a las 9:30 de León en el tren, Isidoro, Raul, Millares, Jesús "Mesias", Marisela, El Poeta y yo. En Villamanín había casi un metro de nieve. En Fontún subimos hacia la caseta del pastor, donde encontramos a Gelo, el hermano del Poeta y Nani, que habían ido en el tren de las 6:10. Seguimos hacia la Pirámide e intentamos escalar en la zona de la Escuela, pero no pudimos hacer nada por el frío que hacía. Comenzó a nevar de tal manera que no veíamos el camino a la caseta, a la que llegamos de mala manera. Marisela, Mesias y yo bajamos a comer a Villamanín y fuimos a coger el tren de las 6 de la tarde, que no llegó hasta las 10:30.

21 de Marzo de 1970. Mi primera cogorza. Peñacorada (1822m) (Cistierna)

Otra vez con el grupo del colegio, con Ramón Lozano de guía. Esta vez nos dirigimos a la zona de Cistierna. El sábado 20 de marzo llegamos a Fuentes de Peñacorada, donde nos buscamos un local para pasar la noche. Después de cenar y a la luz de las estrellas descubrí el rito de hacer una queimada. ¡Que rico estaba aquel brebaje!. Debo suponer que abusé del mismo algo más de lo que debía ser sensato, porque pasé toda la noche con todo el firmamento dando vueltas a gran velocidad y con el alimento ávido de salir despedido del estómago en un vómito que parecía continuo. Aquella fue la primera borrachera que recuerdo. El día llegó enseguida y con el cuerpo que podemos suponer, cuesta arriba hacia la cumbre de Peñacorada. Las carcajadas de Lozano cada vez que veía mi cara todavía deben resonar en el valle. El caso es que llegamos a lo alto, o eso me aseguran quienes iban conmigo, porque debo reconocer que no recuerdo casi nada de ese día.

1 de febrero de 1969. Mi primera invernal. Pico Salguerón (1803m) (Villamanín)

De nuevo con el grupo del colegio, bajo la tutela de Ramón Lozano "Masca", salida a la montaña, esta vez invernal. Había realizado con ellos alguna otra excursión, como al Cueto Negro, pero en esta ocasión queríamos ganar una cima. Tren hasta Villamanín y por el camino del valle de Formigoso subimos a la collada del mismo nombre. Muchísima nieve, ventisca, mucho frío, tanto que se heló una botella de vino que llevaba en la mochila. La única opción que nos dejó el día fue la del modesto Pico Salguerón, pero que en aquéllas condiciones parecía una cima alpina. Continuamos camino a Valporquero y Vegacervera.

29 de junio al 13 de julio de 1968. Mi primera travesía de los Picos de Europa



Primera salida a los Picos de Europa. Como actividad de fin del 5º curso de bachillerato (equivalía al 1º de BUP o 3º de la ESO actual), en el colegio organizamos una gran excursión para recorrer el macizo occidental de los Picos de Europa. Salimos el 29 de junio, sábado, en autocar hasta los Lagos de Covadonga. Montamos las tiendas y acampamos al lado del lago de La Ercina. Con nosotros iban también compañeros del colegio marista de Oviedo y de Vigo y también mi hermano Carlos, que se incorporó en Valdeón, y César Lanza. Al frente de la expedición Ramón Lozano, Ovidio, Mauro y Pablo Lanza. 15 chavales y cuatro mayores. Pequeñas excursiones y baños en el lago Enol el domingo y lunes y el Marte 2 de julio llenamos las mochilas con toda la impedimenta. Aparte de las pesadas tiendas, llevábamos grandes tarteras para hacer la comida, bombonas de camping-gas, botes de fabada, botes de callos, botes de carne, botes de…, no puedo imaginarme los kilos que llevábamos unos guajes de 14-15 años. Caminamos rumbo a la Vega de Ario, donde nuevamente acampamos. Ramón Lozano nos había metido en el cuerpo las ganas de conocer la cabaña de la sueca, una nórdica que había comprado una cabaña en Ario, donde pasaba los veranos. Afortunadamente no estaba, porque la desilusión fue mayúscula cuando nos enteramos de que tenía más de 60 años y no era una belleza alta y rubia.
El día 3 de julio nos despachamos con la subida al Jultayu. Impresionante la vista desde lo alto. Cain muy, muy abajo, por donde pasaríamos dentro de unos días. Nunca había pisado nieve en verano.
El jueves 4 de nuevo en marcha con las enormes mochilas en dirección a Vegarredonda. Un camino complejo, con muchos vericuetos, subidas, bajadas… Acampamos al lado del refugio, junto a la cabaña de Remis, con quien compartimos la velada de esa noche.
El día 5 nos dirigimos al Mirador de Ordiales. Me impresionó la vista y la tumba de Pedro Pidal, el primer conquistador del Naranjo de Bulnes.
El sábado 6 tuvimos a Remis como guía excepcional. Por la Llampa cimera a la Mazada y por Fuente Prieta nos llevó a la Horcada de Pozas y Llago Huerta, donde se dio media vuelta. Nunca había pasado por terreno de alta montaña.
Pedreros, neveros muy inclinados y con la nieve muy dura. Fue una travesía muy impresionante. De Huerta seguimos camino al Collado del Burro y por el camino del perro descendimos a la Vega de Llos donde acampamos Fue una jornada excepcionalmente dura.
El domingo 7 bajamos a Posada de Valdeón y en el Mirador del Tombo, en Cordiñanes, tuvimos una visita especial. Mi familia y la de los Lanza estaban allí, donde nos obsequiaron con una comilona monumental. Por la tarde las mochilas pesaban más de la cuenta camino a Cain donde acampamos.
El día 8 tocaba la ruta del Cares.
Todavía estaba el antiguo Puente Bolín de madera. En Arenas de Cabrales transporte público hasta Celorio, donde se acabó la excursión montañera. Cuatro días más en la playa para curar las ampollas y agujetas de tanta roca. El día 11 organizamos un partido de fútbol playero en el que participó Helenio Herrera, célebre entrenador del Inter de Milán, que tiene casa en Velorio.
Y el sábado 13 de julio de nuevo para León. Una excursión difícil de olvidar.

5 de junio de 1968. Mi primera cumbre. Pico Yordas (1963m) (Riaño)



Yo había hecho alguna excursión de baja montaña con mi familia, Pendilla, las Hoces de Vegacervera, la ruta del Cares, pero, un día, un poco sin saber como ni por qué, la clase del 5º curso de bachillerato (equivalía al 1º de BUP o 3º de la ESO actual) nos vimos metidos en una excursión a Riaño. La dirígía mi tutor y profesor de química, Ovidio, y la guiaba otro profesor del colegio marista, Ramón Lozano, “el masca” (más cariñoso, más ca…, se admiten sugerencias). Lozano fue mi mentor montañero (y el otros muchos), lo cual nunca le agradeceré bastante. Fuimos en autocar a Riaño y por la cara sur del Pico nos fuimos adentrando en la caliza. La parte final se inclinaba más de lo normal, pero fuimos subiendo poco a poco y ganamos la cima sin especiales esfuerzos. Sin habla quedé de la vista que desde allí había. Toda la Cordillera Cantábrica y los Picos de Europa estaba a nuestros ojos. Nunca había estado tan alto. Por la tarde nos acercaron al Mirador de Piedrashita. Impresionante vista de los Picos de Europa que recorreríamos unos días más tarde.